Desde la segunda mitad del siglo XX, la evaluación pragmática del lenguaje infantil ha despertado el interés de diversos autores (De Renzi y Ferrari, 1979; Dore, 1979; Dale, 1980; Lucas, 1980; Shulman, 1985; Adam y Bishop, 1989; Ninio, A, 1990; Ninio, A. et al, 1991; Ninio, A. y Goren, H 1993; Bishop, D. et al. ,2002, entre otros). La teoría de los actos de habla es una de las teorías pragmáticas que han podido ser aplicadas en la clínica y ha sido ampliamente usada en estudios experimentales, con el objetivo de analizar la habilidad para producir o comprender tipos particulares de actos de habla (Perkins, M. 2007)
Por otra parte, la aplicación clínica de esta teoría ha recibido críticas referidas a sus limitaciones, la más importante de las cuales es que focaliza enunciados simples, aislados, independientemente del contexto discursivo (Allan, 1998; Levinson, 1983; Geis, 1995)
En efecto, si bien Austin, creador del concepto de acto de habla considera el contexto no verbal (interlocutores, lugar y momento adecuados), ciertamente, no tiene en cuenta el discurso. Visto de este modo, esto constituiría una dificultad insoslayable para aplicar la teoría de los actos de habla en la evaluación y tratamiento del lenguaje porque se trataría de un enfoque muy limitado al no poder pasar a la dinámica natural del lenguaje que es el plano discursivo.
Pero, con respecto al lenguaje infantil, consideramos que, en sus etapas iniciales, exige una dinámica distinta en que el análisis de los actos de habla aislados en su contexto situacional, resulta de suma utilidad (coherencia no verbal y verbal).
Cuando aparece comprometida la comunicación en edades tempranas, llegar a un diagnóstico exige un abordaje interdisciplinario. Para que este abordaje pueda llevarse a cabo, se requiere sistematización y focalización de objetivos en cada disciplina. Con el ICRA-A, se busca aportar instrumentos y lineamientos conceptuales pragmáticos específicos para la disciplina fonoaudiológica.
En la batería ICRA-A (Investigación de la Competencia Comunicativa para la Realización de Actos de Habla), focalizamos la evaluación, análisis y abordaje terapéutico de siete actos de habla que la literatura psicolingüística identifica entre los primeros en desarrollarse (Bates, 1976; Dore 1973, Bruner, 1974; Brown 1979; Hoag, 1975; Lucas, 1980) como así también el desarrollo de la referencialidad conjunta, las funciones prelingüísticas (Halliday, 1978) y los precursores no verbales de estos actos de habla básicos.
La metodología ICRA en relación al lenguaje infantil focaliza los actos de habla que aparecen tempranamente en el desarrollo del lenguaje (Bates, E. 1976; Lucas, E. 1980; Bruner, J. 1983), así como sus precursores no verbales y las relaciones de coherencia (Abraham, M y Brenca,R. 2001, 2006 y 2009). La ausencia o pobre desarrollo de estos elementos implica importantes dificultades en la comunicación.
El estudio sistemático de los actos de habla es una herramienta relevante, en el abordaje clínico fonoaudiológico, para obtener mayor precisión en el análisis del lenguaje en niños con dificultades del desarrollo de la competencia comunicativa. Se obtiene, así, una orientación más clara para el diagnóstico diferencial y el consecuente tratamiento.