En el Método ICRA se identifican las manifestaciones preverbales decodificables que conforman conductas corporales y gestuales específicas para cada función: la dirección y duración de la mirada, la sonrisa, los gestos faciales, el gesto de indicar, la entonación de las vocalizaciones, así como el volumen de la voz.
Estas manifestaciones son, sin duda alguna, significativas y constituyen, a nuestro parecer, verdaderos rasgos pre y/o paralingüísticos de la unidad pragmática del lenguaje, que son los actos de habla. En el Instrumento 2 (Observación Pragmática del Juego), conformado por seis dimensiones de análisis, cinco de éstas, que vimos directamente relacionadas con los actos de habla evaluados con el Instrumento 1 (Análisis y Registro de Actos de Habla), están conformadas por los rasgos no verbales que consideramos correspondientes a cuatro de las siete funciones identificadas inicialmente por Halliday (Abraham-Brenca, 2013, 2016).